¿“Colapso” del vórtice polar? Qué es, qué está pasando y qué podría significar para el Hemisferio Norte… y para Sudamérica

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Admin admin

20/11/2025 14:12

Internacionales

Varios centros y meteorólogos observan un calentamiento súbito estratosférico (SSW), ya iniciando desde hace unos días y prevén que se fortalezca durante las próximas semanas, esto inusualmente temprano en el Ártico, que debilitaría fuertemente el vórtice polar boreal. Esto no es cine-catástrofe, pero sí un patrón capaz de reorganizar el clima de las próximas semanas: cuando el vórtice se debilita o se divide, el aire ártico puede “escaparse” hacia latitudes medias favoreciendo irrupciones frías y nieve en Norteamérica y, en menor medida, en Europa. La señal está siendo seguida por NOAA, ECMWF y múltiples servicios; Metsul también advirtió sobre un evento temprano y potencialmente intenso.

Vórtice Polar Ártico.

Vórtice Polar Ártico.

El vórtice polar es un cinturón de vientos del oeste en la estratósfera (aprox. 16–50 km) que, en invierno, ayuda a confinar el aire muy frío cerca del Polo Norte. Cuando ondas planetarias desde la troposfera perturban esa circulación, la estratósfera puede calentarse 20–40 °C en pocos días, los vientos zonales se debilitan e incluso pueden invertirse: eso define un SSW mayor. Esos cambios pueden propagarse hacia abajo y modular la circulación de superficie durante semanas, aumentando la probabilidad de bloqueos y chorros más ondulados, que a su vez canalizan irrupciones frías a latitudes medias. Esta dinámica de “acople estratósfera-troposfera” está ampliamente documentada en la literatura (Baldwin & Dunkerton; compendios y revisiones modernas). 

Los análisis y pronósticos operativos de estas horas muestran un calentamiento fuerte en la estratósfera ártica hacia finales de noviembre de 2025, con anomalías térmicas de +40 a +50 °C y vientos en 10 hPa debilitándose marcadamente. Ese cuadro favorece desorganización o división del vórtice, con alta presión sobre el Ártico, y crea la ventana para que masas de aire muy frías bajen primero a Canadá y luego a Estados Unidos a inicios de diciembre; Europa suele responder con menor amplitud cuando el SSW ocurre tan temprano, aunque no queda descartado un par de pulsos fríos en el Norte/Noroeste europeo. La NOAA mantiene tableros específicos de SSW y el ECMWF publica el pronóstico del viento zonal en 10 hPa para monitorear el umbral de inversión. 


Entiendo lo que está pasando.

Entiendo lo que está pasando.

¿Y Sudamérica y Paraguay?
El evento ocurre en el Hemisferio Norte, pero puede tener efectos indirectos vía teleconexiones: las perturbaciones estratosféricas del Norte modulan los trópicos y, a través de ellos, pueden ajustar levemente la circulación del Hemisferio Sur semanas después. Varios trabajos (Baldwin & Dunkerton 2001; Garfinkel et al. 2012) explican ese “canal” tropical; otros hallan que, tras SSW boreales, el Modo Anular del Sur (SAM) puede tender a una fase algo más negativa, lo que a veces implica más ciclones en el Atlántico Sur, incursiones frías tardías sobre el Sur de Brasil/Uruguay/Norte de Argentina, y más lluvia en franjas del SE/S Centro-Oeste de Brasil. Para Paraguay, la señal suele ser débil y condicionada por forzantes dominantes como ENSO (este año: La Niña débil), por lo que el efecto práctico puede limitarse a ajustes en la estacionalidad de lluvias o uno que otro pulso frío fuera de época si el acople estratosfera-troposfera es fuerte. Mantener el foco en monitorio regional (SAM/Atlántico Sur), y en pronósticos meso-sinópticos, es la forma operativa correcta de gestionar el riesgo.


Modelos indican un enorme calentamiento estratosférico sobre el ártico para el final de noviembre y comienzos de diciembre.

Modelos indican un enorme calentamiento estratosférico sobre el ártico para el final de noviembre y comienzos de diciembre.

No hablamos de un “colapso permanente” del vórtice polar, sino de un evento episódico —un SSW— con potencial de cambiar el patrón hemisférico durante varias semanas. Para el Hemisferio Norte, crece el riesgo de olas de frío y nevadas en Norteamérica al inicio de diciembre. En Sudamérica y Paraguay, los efectos son indirectos y modestos, dependientes del acople con los trópicos y de ENSO. Recomendación profesional: seguir los tableros oficiales de NOAA/CPC y los campos de viento a 10 hPa del ECMWF, además de la señal de SAM, y traducir cualquier cambio en medidas concretas de alerta temprana, agro e hidrología.